Luna en Virgo en la 8ª casa Trígono Júpiter natal en Capricornio en la 12ª casa retrógrado


 

Luna en Virgo en la 8ª casa  Trígono Júpiter natal en Capricornio en la 12ª casa retrógrado


 

La Luna en Virgo en la octava casa sugiere una naturaleza emocional analítica y detallista. Las personas con esta posición tienden a buscar la perfección en sus relaciones y en su vida íntima. Pueden ser reservadas en cuanto a sus sentimientos, pero son profundamente sensibles y tienen una gran capacidad para entender las emociones de los demás. La octava casa está relacionada con la transformación, la intimidad y los recursos compartidos, por lo que es probable que experimenten profundos cambios emocionales a lo largo de su vida. El trígono con Júpiter retrógrado en la duodécima casa indica una conexión positiva entre sus emociones y el crecimiento espiritual o la expansión de la conciencia. Júpiter en la duodécima casa puede señalar una inclinación hacia la introspección y la búsqueda de significado interno. La retrogradación de Júpiter puede hacer que esta búsqueda sea más interna y reflexiva, lo que puede llevar a un crecimiento personal significativo. En conjunto, esta configuración sugiere que las emociones y el bienestar personal están profundamente interconectados con la espiritualidad y la comprensión de uno mismo. La influencia de Júpiter puede traer oportunidades para sanar y transformar aspectos emocionales, así como para encontrar un sentido más amplio en la vida. Esto puede manifestarse a través de experiencias que fomenten el crecimiento personal y la conexión con los demás a un nivel más profundo.


 

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